jueves, 8 de noviembre de 2012

Otra mirada a Casadentro

En la página web de FIPRESCI aparece esta crítica de Dominique Martinez, que ha colaborado con la revista francesa Positif.

"La Señora Pilar, quien está a punto de cumplir 81, comparte su silenciosa casa ubicada en una provincia del Perú con Consuelo y Milagros, sus dos empleadas, y Tuna, su adorado perro. La rutina diaria de este hogar, donde todos los días son iguales, gira alrededor de eventos básicos y rutinarios: descongelar el refrigerador, comer, tomar medicinas, lavar y limpiar. Repentinamente, el teléfono interrumpe esta quietud. Patricia, una de las hijas de Pilar, llama para anunciar su llegada en unas horas, junto con su propia hija, el esposo de su hija y su nieta. Después de asentir ansiosa, la anfitriona empieza a preparar todo frenéticamente. Al ofrecer el papel principal a Elide Brero, quien actuó en Caídos del Cielo, dirigida en 1990 por el padre de la directora, el director de cine Francisco J. Lombardi, la joven Joanna Lombardi Pollarolo reconoce con elegancia su herencia artística. Pero también establece su independencia con firmeza con el tema muy personal y la narrativa sensible de su primera película. Filmada en su totalidad en planos secuencia largos ─ algunos de ellos duran casi diez minutos ─ la trama principal presenta a tres generaciones de madres conviviendo bajo un mismo techo durante una noche, a veces interactuando y a veces tratando de evadirse. No hay ningún choque real, ningún enfrentamiento espectacular, ni abrazos fuertes. Lombardi elige la introversión, la sugerencia de un gesto silencioso, las evocaciones de lo que sucede fuera de escena durante esas tomas fijas en las que los personajes entran, habitan, y luego salen cuando se encuentran entre ellos. La soledad, la desesperanzada pero necesaria pasión por estar juntos arde lenta y constantemente. El aprisionamiento de todos es tangible: La Señora Pilar se enfoca en la comida ─los únicos acercamientos son unas arverjitas, unas cebollas picadas, un pedazo de torta de chocolate ─ y en su perro, Tuna. Su hija Patricia está poseída por los celos que le tiene a su ausente pero siempre preferida hermana, Anna, y a la omnipresencia de lo que parece ser un animal favorecido. Su propia hija se preocupa constantemente por el bebé que se esfuerza por dar de lactar. A su vez, las dos empleadas habitan sus mundos propios, más allá de la división social que se hace obvia al tenerlas siempre trabajando durante la visita de la familia de la Señora Pilar. Consuelo solamente añora los tiempos en que podía ver su telenovela favorita, mientras que Milagros espera impaciente el momento en que pueda salir de la casa y estar en cuerpo y alma en el lugar al que es atraída por sus obsesivos mensajes de texto clandestinos. Los personajes parecen estar muchas veces justo fuera de cuadro, parcialmente tapados por una ventana, una puerta, una columna, una pared o una sombra producida por la iluminación de alto contraste. Pero sus vidas están entrelazadas durante esa noche oscura, en esta casa de puertas cerradas, donde todos los muebles se cierran cuidadosamente con llave, como un símil muy apropiado de la determinación de estas mujeres de mantener su verdadero ser bajo llave. Finalmente la torta de cumpleaños especialmente traída para la ocasión parece estar podrida, y es otra metáfora visual oscura… Mientras tanto, la narrativa suaviza esta sensación de asfixia al presentar una dimensión poética: la luz brillante de la mañana en el pequeño jardín, el sabor a nostalgia, provocado por la muy especial pasta casera que es un dulce recuerdo de “el olor conocido, que sale de las sábanas” como dice la bisnieta…y el claro oscuro que a veces invade el interior de la casa, representando una pausa en esa lucha tan íntima, imposible y universal. También es una esperanza, una promesa. De esta manera se revela, con un enfoque nítido, el amor de madre, con todos sus matices y su rigidez. Este no es un cuento de hadas. Este es un fiel retrato de la vida. Esto es cine."


Dominique Martinez

© FIPRESCI 2012

Dominique Martínez proviene de una familia española y nació en París, donde ha vivido siempre y realizó sus estudios. Después de graduarse en Humanidades con una especialización en Sociología Cultural Europea y una maestría en Ciencia Política, trabajó como periodista para varios periódicos. En el 2003, empezó a colaborar como crítica de cine con la revista mensual de cine, Positif (Francia).

2 comentarios:

Gustavo Herrera dijo...

Discúlpenme, pero ¿que una película sea "un retrato fiel de la vida" la hace necesariamente auténtica? No me parece la verdad. Yo creo que el cine es como un espejo que refleja la vida tal como el director quiere que la interpretemos sin importar que sea un drama, una comedia, un cuento y, en general, una ficción. Pero hasta en los documentales se puede manipular la imagen y el guion para dar un punto de vista. Y justamente lo que critico de "Casadentro" es que la historia y su tratamiento no me dicen nada del punto de vista de la directora y otorgarle uno gratuitamente es ser demasiado condescendiente. Me dirán que no es así, que su estilo rutinario, pausado y manierista se acerca mucho al cine argentino o, yendo más lejos, a Sofía Coppola. Pero es que en estos casos, en referencia a los logrados por supuesto, los realizadores ya habían plasmado desde un principio ideas nuevas o le supieron dar el giro adecuado a la historia. En eso debe trabajar Joanna Lombardi para sus siguientes proyectos, es decir, debe arriesgar más y ponerle alma a ese empeño.

mencia olivera aramburu dijo...

No estoy de acuerdo con el señor Gustavo Herrera, pues Joanna Lombardi como directora de cine, puede hacer su película con su propio lenguaje y no es necesario sorprender a nadie con un giro en la historia. Es otro tipo de cine y hay que entenderlo así. A mi me conmovió hasta las lágrimas. Me parece una historia real y nada pretenciosa. Muy bien trabajada, en cuanto a actuaciones y en cuanto a tomas. La escena en que la hija mira a su madre jugar con su perro y el enfoque de la cámara muestra esta escena desde el reflejo de la ventana,realmente me pareció mágico.
Felicito a Elide y a Grapa especialmente por sus actuaciones. Y estoy orgullosísima de Joanna.